―¿Cuánto vales en realidad?
Esa es la pregunta que deberíais tener en cuenta todos los que me
acompañáis esta noche sentados aquí alrededor de esta mesa.
Los allí presentes, mirándose unos a otros, guardaban silencio sin
dejar de prestar atención. El lugar, oscuro y oculto bajo la luz de las pocas
velas sobre la mesa, acogía a varias personas en una mesa circular de madera.
―Sin duda vuestras respuestas serían bien distintas entre
vosotros, pero por experiencia sé que la mayoría os situaríais en el bando
negativo. Ni siquiera aquel que jamás lo reconocerá en público está a salvo de
esa voz invisible que ya le ha susurrado su respuesta.
La mujer anfitriona se recostó sobre el respaldo de la silla
cerrando sus ojos y cruzándose de brazos.
―Son muchas la corazas fuertes llenas de hojas secas que se han
sentado donde vosotros, y todos tuvieron algo en común que les hizo pensar que
no valían tanto como les gustaría.
―¿El qué? ―preguntó uno de los presentes sin soltar la copa de
entre sus dedos.
Ella abrió de nuevo los ojos, alzó la mirada hacia el desconocido
y sentenció:
―Valor.
Valor para decir. Valor para reconocer. Valor para decidir. Valor
para sufrir.
Un escalofrío recorrió a la mayoría de los allí presentes como un
susurro de razón.
―Venid pues al abrigo de esta noche oscura porque lo que os voy a
contar es la historia de ese lugar que todos visitamos y al que nunca hemos
ido.
Se dice que existe un lugar más allá de la sombra del corazón. Un
destino final para lo que nunca se le permitió ser.
Sus puertas están hechas de negros barrotes de acero y solo se
abren para dejar entrar, sin opción de volver a salir:
Un eterno cementerio de todo lo que nunca fue.
Sus paredes son los ladrillos que nosotros mismos nos pusimos por
equipaje y el cielo que lo decora, no es más que el reflejo de nuestros sueños
vistos desde el lado inverso.
Esta necrópolis de palabras rotas se divide en tres distritos por
los que todos alguna vez hemos paseado melancólicamente tras una decisión.
El primero de ellos es el más grande y todos conocemos sus calles
muy bien:
El distrito de ''Lo que nunca se dijo''.
Un lugar de descanso eterno para esas palabras que no llegaron a
nacer por culpa de nuestros miedos y dudas. Sus calles están llenas de lápidas
que hacen honor a lo que pudo ser y no fue.
''Que la paz sea con quien
pudiste tener a tu lado''
10-10-1987
''Requiescat in pace''
―Los árboles dan sombra a las tumbas de esas historias que no
nacieron por culpa de no atrevernos. De caducar pensamientos. De decidir a
destiempo. De ser tú mismo quien te mandabas callar.
''Aquí descansan los restos
de un sentimiento que el orgullo estranguló''.
15-11-2011
''No siempre se obtiene la
misma respuesta''.
―Cruces decorando la noche
eterna que les da cobijo a la sombra del olvido.
''Descanse en paz la
decisión que te hubiera hecho feliz''.
1-1-1
''Arriesgarse a perder
también es arriesgarse a
ganar''.
―Recordatorios eternos de en
lo que nos hubiésemos convertido o a quién dejamos escapar.
''Aquí yace la oportunidad
de decirlo a tiempo''.
7-7-2001
''Las ocasiones no conceden
segundas oportunidades''.
''Descanse en paz el te quiero que no fuiste capaz de
decir en voz alta''
4-12-1912
''La persona que quisiste
nunca lo sabrá''.
―O incluso el lugar de
descanso de quienes siempre fuimos en realidad pero nunca mostramos al exterior
por miedo a hacernos daño.
''Aquí reposa la
personalidad que encerraste por miedo al qué dirán''.
30-8-1965
''Que el ser uno más te haya
merecido la pena''.
―Una palabra a destiempo. Un
enfado que nubló tu juicio. El terror a una respuesta. La condena de no
atreverse. Todo cuanto nunca fuimos guarda silencio sin dejar de ser parte de
nosotros.
Por otra parte está el
segundo distrito. Un lugar cuyas puertas se decora con la frase: ''Lo que no se
cumplió''.
Muchas son las promesas
rotas que reposan sus lágrimas allí. Aquellas que sus creadores juraron
defender. Los mismos que olvidaron que lo hicieron y acabaron asesinándolas por
la espalda.
''Aquí yace el intento de
alcanzar tu propósito''.
13-9-2013
''Que la perseverancia que
no te concedió la vida te apoye en la muerte''.
―Las baldosas se visten de
negro en señal de luto frente a lo que alguna vez creíste.
''Descansen aquí los futuros
recuerdos que no dejaste que llegasen''.
2-5-1657
''Pensar en lo mejor para
uno mismo a veces tiene un coste demasiado alto''.
―Los espíritus de esa
ilusión, esa felicidad que un día sentiste, agachan la cabeza en tu memoria.
''Aquí encontró su eternidad
el amor eterno''
8-10-2010
''No son buenos tiempos para
ser fiel a una palabra''.
``Una oración reza por esa
amistad inseparable que se convirtió en mito''
.
6-7-2015
''Solo un verdadero amigo
sabe atacar donde más duele''.
―Por último, el distrito más pequeño, y quizás, en el que más
dolor aguarda. Una parcela titulada: Lo que nadie quiso.
Todas esas palabras sinceras que alguna vez arriesgaste a dedicar
a otra persona, rechazadas o no valoradas, duermen por siempre allí.
''Aquí reposa un ''Estaré
siempre a tu lado'' ignorado''.
5-7-2009
''Porque en el fondo sabías que lo decía de verdad''.
―El aroma de ese lugar
rezuma un ambiente espeso de amargura y desesperanza. Pero a nadie parece
importarle.
''Aquí yace la capacidad para soportar cualquier cosa''
11-4-2002
''Todo peso encima siempre hubiese sido poco por vivir a
tu lado''.
―El lugar más oscuro y
olvidado al que ninguna palabra quiere ir ni siquiera en la muerte.
''Descanse en paz todos los sacrificios silenciosos que
jamás se te tuvieron en cuenta''.
1-1-1420
''Aunque nunca contasteis para el otro, me enseñasteis lo
que soy capaz de hacer''.
―Y así se extienden cientos
y cientos de kilómetros de nichos, tumbas y mármoles que señalan, en
definitiva, lo que nunca llegó a ser. Incontables reposos que ojalá permaneciesen
vacíos para siempre; pues las palabras tendrían más significado del que tienen
ahora.
―¿No hay ninguna tumba
vacía? ―preguntó uno de los presentes con tristeza.
―Siempre habrá―respondió la
mujer―, pues no todo está dicho en esta vida.
Por eso os pregunté al
principio: ¿Cuánto valéis en realidad?, o mejor dicho, ¿cuánto creéis que valéis?
Todos tenemos seres queridos descansando en este peculiar cementerio, pero
muchos más aún con la posibilidad de seguir viviendo, o llegar a nacer.
Todos tenemos algo que nos
gustaría cambiar si tuviésemos la oportunidad de dar marcha atrás, por eso es
bueno a veces pasearse por ese lugar a presentar nuestros respetos a lo que ya
se ha ido. Da igual si tú fuiste la causa de su muerte, o fue otro el que lo
condenó; aquello que una vez quisiste decir, traicionaron, o no tuvieron en
cuenta será parte de ti el resto de tus días.
Por eso es mejor luchar por
llegar al final del camino con el mayor número de tumbas vacías. Dejar nacer
todas las palabras posibles. Todas las oportunidades. Arriesgarse a lanzar un
sentimiento y que este sea recogido sin caer al suelo. Reconocer errores para
que no nos roben algo más valioso que el orgullo. Pero sobre todo, saber cuándo
decir las cosas y decirlas solo si de verdad se cree en ellas.
¿Que cuánto vale uno en
realidad?
Vales todo cuanto seas capaz
de decir.
Porque salvar a palabras
no nacidas de no existir jamás, es el mayor regalo que puedes hacerle a tu propia
historia.
-Vii Broken Crown -
''Y si hay que morir, mejor será luchando''-Mägo de oz, Puedes contar conmigo-
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