Parecía ayer cuando estaba aquí mismo leyendo para las bodas
de mis padres, y sin embargo, han pasado casi 8 meses desde entonces. Aquel
día, casi con miedo, mi prima me preguntó; ¿me escribirás algo en mi boda,
verdad?
A lo largo de este año se me ha repetido esta pregunta mil
veces. Mi madre, mi padre, mis tíos, mis abuelos, otra vez mi madre… Lo que
ninguno sabía es que yo no tenía pensado escribir nada, pues lo que tenía que
decir hoy se había escrito solo con los años.
Si miro hacia atrás solo encuentro buenos recuerdos que esta
pareja me ha regalado. Aunque si tuviera que quedarme con uno sería cuando me
llevaron con 15 años a mi primer concierto.
Y más adelante, con 19, logré gracias a ellos conocer en persona a mis
leyendas. Seguramente no lo sabían, pero ambos estaban cumpliendo el mayor
sueño de mi vida por entonces.
Desde acogerme en Murcia para invitarme a comer después de
clase, hasta llevarme en coche hasta allí para poder ahorrarme el autobús.
Muchos ejemplos podría poner. Pero si estoy aquí no es para decir lo que han
hecho por mí, sino lo que están a punto de hacer el uno por el otro.
Estáis a punto de repetir los mismos pasos de aquellos que os
dieron la vida.
Vais a confiar el uno en el otro sin importar nada más que el
amor que os une. Estáis a punto de coger el relevo de la familia para
mantenerla viva, uniendo dos apellidos para ver nacer una historia que lleve
vuestro nombre.
Las dificultades del pasado no han podido con vosotros y la
recompensa es alguien que siempre luchará por veros felices. Dos miradas, dos
vidas que se enlazan para formar una sola aún mayor. ¿Sabéis lo que os digo?,
que os admiro.
Os admiro por haber logrado lo más grande en esta vida;
encontrar a alguien que os quiere de verdad en mitad de un mundo lleno de
personas que quieren haceros daño. Porque no hay nada más difícil que jugarse
el corazón, ni mayor satisfacción que encontrar a alguien dispuesto a cuidarlo
de verdad.
Todo comienza con una sonrisa, continúa por un te quiero, y
nunca acaba con un sí quiero.
De verdad os digo que habéis logrado alcanzar una meta que no
es más que el principio.
Muchos son los años que dejáis atrás, pero más aún son los
que ahora tenéis por delante. Quién sabe, puede que dentro en un tiempo
tengamos una pequeña japo o un mini-piker a quien tener que echarle la bronca
por destrozarle la casa al abuelo o por tocarle las pinturas a su padre. Nunca
se sabe lo que está por venir, y eso es lo mejor de la vida; que nunca deja de
sorprenderte.
Es por eso que hoy, para que los años venideros sean mucho
mejor de lo que jamás imaginasteis, el pequeño niño de Solo en casa, que al
igual que su prima también se hizo mayor, entrega hoy un regalo muy especial en
honor a los padres que la han llevado hasta el altar y su hermano mayor que la
acompaña de por vida: Así pues, al igual que vosotros os entregasteis los
anillos, yo os entrego los Cuatro Pilares en los que creo que necesita apoyarse
una familia para una vida feliz:
Sinceridad, para que la palabra que os disteis
el día de hoy nunca deje de tener sentido.
Complicidad, para ser uno, entender, apoyar y
querer al otro por encima de cualquier piedra en el camino.
Perseverancia, para superar las dificultades que,
como en todo buen viaje, digno de historias épicas y enemigos a los que
combatir, sin duda afrontaréis.
Cariño, para que a uno no se le olvide que
el otro sigue ahí, demostrando que sigues siendo la persona que un día dijo;
siempre te ayudaré.
Porque al final, lo importante no es conseguir el mejor de
los trabajos, ni comprar todo lo que un día soñaste. Cuando realmente te
sientes millonario no es al decir: Cuánto he trabajado hoy, sino al saber que al
llegar a casa, al otro lado de la puerta, habrá alguien esperándote. Lo más
valioso de conseguir en este mundo no se compra con dinero.
Ser consciente del
valor que tiene un beso o un abrazo, acompañado de un Bienvenido a casa por las
noches, hace de cuatro simples paredes un hogar. Para mí el mayor logro en la
vida es lograr que alguien te quiera junto a él, que te recuerde día a día que
no estás solo, y que si uno llora el otro recoge las lágrimas.
Vais a demostrarle al mundo que el amor verdadero aún existe,
que aún hay guerreros que luchan por lo que quieren sin importar cuánto sople
el viento en contra, y como defensor del ideal que representáis, hoy os debo el
respeto que me inspiráis en el futuro. Ante vosotros se arrodilla la familia
que os desea que vosotros mismos forjéis la vuestra. Os deseamos incontables
años llenos de lágrimas felices y bienvenidas a las puertas de casa.
Pues todo
aquel capaz de luchar por quien quiere, apretando tu mano donde otros la
soltaron, es digno de llamarse Héroe.
-Vii Broken Crown-
Dedicado a María y Rafa, cuyas vidas se unieron el pasado 5 de Diciembre bajo la promesa de hacer feliz al otro para siempre. Enhorabuena.
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