jueves, 9 de mayo de 2013

Al otro lado del Cristal

Me siento bien... Tranquilo y en paz...
Por un momento he perdido el sentido de la orientación, es como si hubiera aparecido en otro emplazamiento sin previo aviso. ¿Dónde están mis cosas?, ¿qué es este lugar?. Empiezo a preocuparme de verdad.





Casi involuntariamente, decido caminar por un camino de baldosas preciosas colina arriba. En la cima, puedo distinguir a una persona que espera mi llegada sin quitarme la vista de encima. Al llegar a su lado, le miro y decido mantener una conversación con él.
-Ho...Hola.
Aquella persona continuaba mirándome fijamente a los ojos. Su expresión me era familiar, aunque nunca antes le había visto. Me dedicó una sonrisa muy amable mientras se acercaba y me invitaba a sentarme junto a él en un pequeño banco junto a nosotros.
Sin mayor problema, accedí y me senté a su lado.

-¿Quién eres?, tu cara me resulta familiar.

De nuevo, volvió a sonreír con la mirada perdida en el horizonte.

-Podría decirse que soy un gran amigo.

Mi expresión de confusión dijo el resto. Aún no entendía a dónde quería llegar ni quién era realmente, pero decidí seguir escuchando.

-Quiero que entiendas una cosa--dijo volviendo a mirarme--, has sido una gran persona todos estos años.

-¿Qué quieres decir con ``todos estos años´´?.

-Ven--dijo sin responderme.

Caminamos juntos colina abajo hasta llegar a un acantilado un tanto particular. Al filo de aquel lugar, se podía apreciar una gran caída hacia abajo, pero se podía cruzar sin caer, pues estaba cubierto por una capa de fino cristal que permitía caminar sobre él.
Continué siguiendo a aquella persona hasta situarnos justo en el centro de aquel acantilado. Una vez allí, hizo un gesto con su mano indicando que mirara hacia abajo.
Maravillado por la maravillosa vista bajo mis pies, pude contemplar la imagen más bella que jamás había visto.
Mares y continentes decoraban la escena...
Polos glaciares y desiertos se podían apreciar a la vez...
Calles abarrotadas y lugares abandonados...

-¿Qué es eso de ahí abajo?--pregunté.

-Eso, pequeño, es la Tierra.

Nunca antes había oído hablar de esa Tierra, pero me fascinó su belleza desde el primer segundo que puse mi mirada en ella.

-Es... Preciosa.

-Lo es, sin ninguna duda. Un lugar donde aprender a vivir.

-¿Qué es vivir?--dije sin apartar la vista de la Tierra.

-Vivir es aprender a sentir. Aprender a amar... Besar... Valorar a los tuyos...
Vivir es aprender lo que significa un abrazo, a dar las gracias y a poder contar con amigos y una familia.
Es sentirte afortunado por poder cenar junto a tus seres queridos en un cálido ambiente de Navidad, o reir toda la noche con tus mejores amistades una noche de verano en el mar, sin preocupaciones ni malos pensamientos. Vivir es saber que te van a hacer daño, que sufrirás por quien no le importas o por quien lo dio todo por ti. Verás a personas que te vieron nacer morir... Y tendrás que despedirte de personas imprescindibles cuando vuestros caminos se separen sin poder saber cuando volveréis a veros.
Vivir es sentir el dolor de la pérdida constantemente, pero también es disfrutar de sensaciones tan maravillosas... Que hacen que todo lo demás valga la pena.

Cada palabra me incitaba más a atravesar aquel cristal que me separaba de la Tierra. Era un lugar mágico y listo para ser vivido, por lo que no podía esperar a disfrutar de él.

-Quiero bajar allí--dije acercándome a mi acompañante--, quiero aprender a sentir, tener una familia, enamorarme y encontrar amigos, ¡todo!. Quiero saber qué es ese viento y tocar el agua con mis manos. Quiero saber qué se siente al reír o al llorar... Quiero aprender a vivir.

Tras mis palabras, fue la primera vez que vi desaparecer la sonrisa de ese hombre que me acompañaba. Se acercó a mí, posó sus manos en mis hombros, y volvió a repetir:

-Has sido una gran persona todos estos años... Ten en cuenta una cosa. Tú eres un ángel, pequeño. No puedes bajar allí.

-¿Un ángel?, ¿qué es eso?.

-Un ser destinado a permanecer aquí, al otro lado de este cristal que separa la Tierra de este lugar.
Ángeles, energía, espíritus, antepasados, guardianes... Tenemos muchos nombres, pero nuestro destino es el mismo independientemente de cómo nos llamen.

-Pero... ¿Por qué no?. Yo también tengo derecho a disfrutar de ese mundo. ¿Por qué ellos sí y yo no?.

-Porque para ser ángel... Primero hay que morir. Pequeño, escúchame bien. Tu... Ya estuviste ahí abajo.

Sus palabras fueron para mí como un fuerte golpe en el corazón. No podía creer lo que estaba diciendo, pues no entendía muchas cosas.

-Pero... No puede ser... Yo no recuerdo haber estado allí. ¿De qué me sirve haber estado en la Tierra si luego no puedo recordar nada sobre ella?.

-La prueba de que ya estuviste vivo, es que aún recuerdas como llorar. Pues las lágrimas de tus ojos son la muestra de que aprendiste a sentir.

Sin querer aceptar la realidad, salí corriendo mientras lloraba sin poder evitarlo. Cada lágrima me hacía enfurecer más, pues no quería llorar, no quería aceptar que aprendí a conocer los sentimientos. Lloraba y lloraba sin consuelo por aquella vida que no recordaba, hasta que al poco tiempo, mi acompañante me alcanzó.

-Si no eres capaz de recordar, es porque debes ver antes una cosa.

Lo que tenía que mostrarme esta vez, se hallaba en el agua de un lago. El agua era cristalina, pero había algo más. En ella comenzó a distinguirse una imagen.

-Observa con atención--me dijo.

Empecé a distinguir una figura humana. Estaba sentada en algun lugar, leyendo algo que no podía ver con claridad. Intenté mirar más detenidamente y me dí cuenta de que conocía a aquella persona. Su cara no me resultaba familiar, sino que directamente sabía quien era. En ese instante, comencé a recordar cosas sobre mi vida. Recordé a mis padres, a mis abuelos, a mis amigos... Y a ella.

- Es tu oportunidad de despedirte... Esa persona fue de las más importantes que tuviste, y aunque ha continuado su camino sin ti, te echa de menos todos los días. Es el momento de comunicarte con ella, pues nos está escuchando ahora mismo.

No sabía por donde empezar, ni qué decir... Ahora lo recordaba absolutamente todo. El día que me marché, fue sin previo aviso, bruscamente. Tenía tantas cosas que decir... Que vivir... Ahora recordaba que yo ya estuve vivo, pero también supe, que morí demasiado joven para disfrutar de todo lo que la vida tenía por ofrecerme.
Después de unos minutos de silencio y de observarla con lágrimas en los ojos, saqué el valor necesario para comunicarme, por última vez, con la que fue mi mejor amiga.

-Si realmente me estás escuchando... Quiero que sepas que fuiste una de las personas que marcaron cada segundo de mi vida. Tu confianza y cariño hacia mí fueron indiscutibles, y ahora que he sido capaz de recordarlo todo, te prometo, que nunca te olvidaré. Seguiré aquí arriba, mirando desde el cristal que separa el Cielo y la Tierra cómo crecéis tú, nuestros amigos y mi familia, hasta que, dentro de muchísimo tiempo, volvamos a reencontrarnos y te ayude a recordar que tú ya me conocías, que viviste ahí abajo conmigo y siempre recordaste mi presencia. Pues ya sabes que, como te dije en vida, algun día, será nuestro momento. Os esperaré desde aquí a todos los que os acordais cada día de mi... Un beso, sed felices, y vivid.

Tras mis palabras, noté la presencia de alguien a mis espaldas. Era esa familia que se marchó, aquellos que no veía desde hacía muchos años... Sin dudarlo fui corriendo a abrazarles, mientras ellos me devolvían el abrazo que tanto tiempo habían estado esperando mientras me susurraban al oído; Es hora de marchar.

Ahora me espera un camino lejos de los que aún viven, acompañado de todos los que esperaban mi llegada. Seguiré aquí arriba, observando a todos los que mantienen mi memoria, mientras los que llegaron aquí antes que yo cuídan de mí, para que no llore, y vuelva a ser feliz.


  -Vii Broken Crown-
``Espera donde estés, pues tengo que vivir y cuando muera iré a charlar junto a tí´´. -Mägo de Oz, Requiem-


Dedicado a Aroa, una chica que perdió a su mejor amigo, Ray, en un trágico accidente. Escribo estas palabras para rendir un tributo sincero y respetuoso a su alma, que descansa en paz observando desde allí arriba a todos los que mantienen su memoria viva.

6 comentarios:

  1. Creo que es lo más bonito que he leído en mucho tiempo.
    Has conseguido encoger mi corazón y que mi alma por unos minutos, sea capaz de alcanzar la ilusión de volver a estar con la suya.
    No hay palabras para describir lo que he sentido al leerla, aun que bueno, has podido ver perfectamente mi reacción.
    Muchisimas gracias en serio.
    Ray... Se sentiría muy orgulloso de que alguien escribiera algo así sobre él.

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    1. Me alegro de que haya podido transmitir lo que intentaba hacer sentir.
      Cuando alguien se marcha, deja muchas cosas por decir, y hoy, Ray a hablado a través de mí, pues ha sido él el que ha escrito, no yo.

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  2. Cuando encuentras cosas como esta te da por pensar muchas veces lo corta que es la existencia y lo mucho que tenemos por vivir, cuando te encuentras cosas como esta puedes recordar ese rincón de tu alma, aquel que esta olvidado, el que muchas veces sabes que olvidas por puro dolor, cosas como esta me hacen recordar que nunca se va del todo aquel que nos quiso, siempre permanece y algo como lo que hay ahi escrito es algo que debe de ser guardado para siempre, como un pequeño tesoro del alma

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    1. Jamás nadie desaparece mientras quede una persona que se acuerde de él.
      No conocí a Ray, pero lo que sé sobre él, es que se merecía una vida completa que por desgracia no pudo tener.
      Ahora es el turno de los que estuvieron junto a él, de cuidar su memoria y de vivir todo aquello que le hubiera gustado disfrutar aquí abajo, para que pueda ser feliz allí donde esté.

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  3. Gracias.Tan solo se decir gracias.A Vii por tener presente a Samu.Y a Jukiko por tenerle en el corazón.Espero conoceros algún dia,antes de ver el agua cristalina del lago.Gracias.Soy la madre de Samu Ray Shione.

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    1. Es un verdadero honor para mí que hayan llegado hasta usted estas líneas. Podría decir muchas cosas pero todas serían poco para un sentimiento que solo una madre es capaz de comprender. Espero sinceramente que este pequeñoy humilde homenaje le haya gustado.

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