martes, 8 de mayo de 2012

Melodías de la noche


Versión recitada en Reino de Vii Live: https://www.youtube.com/watch?v=1-V1fQ9wlY8

Existen miles de historias antiguas, mitos y relatos que nos trasladan al pasado. Esta historia que hoy presento, salió del interior de mis pensamientos. Apaga las luces, siente la noche, y deja que tu mente se inunde con este canto inmortal...


Cierra los ojos,
escucha mi voz,
hoy solo estamos, nosotros dos.

Estás a punto de escuchar
el eco de una leyenda,
no hagas caso a tus pensamientos,
deja que tu alma siga esta senda.

Sobre ti, las estrellas,
oscuridad, junto a ellas.
El viento de este claro,
mensajero de esta tierra
trae el recuerdo del pasado.

Aroma a tierra mojada,
un lago sirve como espejo
de la nada sobre tu cabeza.
Necesario este antiguo rezo,
para llegar a la siniestra hondonada.

Un lugar donde el sol,
al horizonte nunca conoció.
Eterna noche, única realidad,
hogar de leyenda e inmortalidad.

Sobre la copa de un colosal árbol,
su cima, kilómetros de largo
residía esta extraña gente,
de la que hace tiempo estoy hablando.

Piel pálida bronceada con la luz de mil lunas,
bosques con un final inalcanzable,
lluvias de llanto interminable,
fantasmas que mecen a los niños en sus cunas.

En milenios sus años se contaban
¿cuál era su secreto?
muy bien ellos lo ocultaban.

Portadores de un legado coronado por la paz
jamás siquiera se plantearon hacer el mal.
Pero no todo fue como ellos pensaron,
pues se ganaron enemigos, y atacaron.

Su motivación era la envidia,
el no tener inmunidad al paso del tiempo,
anhelaban ser como ellos
vivir siglos, siempre bellos.

Seres diurnos, contrarios a lo que aquel pueblo conocía,
piel oscura, agrietada y envejecida
letales, sanguinarios y armados de ira,
destruyeron el gran árbol, en busca de la secreta sabiduría.

Los inocentes defensores de la noche,
protegieron su tierra con valor
armados con simples arcos
decorados con coraje y honor,
rechazaron a los invasores
destruyendo sus propios valores.

Tras una gran guerra, el árbol quedó destruido,
los atacantes murieron, cayendo en el olvido.
Pero el precio de los nocturnos fue caro,
pues la violencia de la batalla
hizo que la inmortalidad, les diera de lado.

Por culpa de la sangre derramada
y de las vidas que se perdieron,
los habitantes de la noche
poco a poco envejecieron.

La eterna juventud que les acompañó durante milenios,
les había abandonado finalmente.
Los atacantes diurnos, perecieron en sus intentos
de adueñarse de secretos con sus métodos violentos.
Mas aún así los defensores de la noche,
que no hicieron sino defender sus hogares,
cargaron con la culpa, volviéndose mortales.

El secreto de su inmortalidad, no residía en magias ni artefactos,
tan solo tenían que mantener la paz, y no derramar sangre con sus actos.


``La raza humana nunca ha sido inmortal, porque desde el principio de los tiempos ha sido letal´´.
 -Vii Broken Crown-

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