martes, 1 de febrero de 2011

Érase una de Carnaval...

Recuerdo que...

Cada invierno, desde que tengo memoria, se celebra en mi pueblo una fiesta que solo puedes comprender lo que significa al 100% si naciste en él. Una época de alegrías, disfraces, noches en vela, desfiles, mitología y mucha diversión.

Sí, hablo del carnaval de Águilas.

No voy a decir que es el mejor de España, pues me parece demasiado prepotente, pero sí el que más me gusta. La razones no son otras que los recuerdos que se forjan en esas 7 noches enteras sin descansar, desde la Suelta de la Mussona (bestia mitológica que escapa del Castillo durante la primera noche), hasta la Quema de Don Carnal, dando fin al Carnaval.

A lo largo de los años he vivido muchos carnavales. Unos mejores que otros, algunos incluso dignos del olvido, pero otros siempre los tendré muy presentes. Ya en alguna ocasión he dedicado incluso alguna entrada al carnaval (En el nombre de la Libertad, 2013), pero todo siempre es poco de lo que pueda decir cuando esta fecha se acerca. Por eso, en este pequeño espacio, quiero hacer un inciso y mostraros algunas escenas que han dado forma a mis noches de carnaval en los últimos años. ¡Vamos a ello!.


Una foto del 2011 con mi prima María. Por aquel entonces estrenaba ese traje de Águila Roja. La serie, que no llevaba demasiado tiempo en antena, me gustó tanto que decidí convertirme en él por una noche, ¡y así quedó!.


Foto del mismo año, un día distinto. Como era habitual, el Sábado de carnaval tocaba disfrazarse de rubias. El primer año fue de rubia a secas, pero pronto decidimos que cada año debía ser temático, por lo que fuimos de bomberas, policías y enfermeras. ¡Qué tiempos!.

PD: Sí, soy el de la derecha.



 No podía faltar una foto con mi mejor amigo, Sergio. Aún era el primer día de carnaval y no teníamos traje, pero no importó demasiado, pues creo que se notan las ganas de carnaval :)



No solo los aguileños disfrutan del carnaval, prueba de ello es que mi buen amigo, lector y compañero, Ñet, también se unió a la fiesta, ¡vestido de uno de los personajes de Naruto para la ocasión!.

Me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que el año que saqué mi primer traje de Assassin ha sido el mejor carnaval de toda mi vida. Hecho con sudor y muchísimas lágrimas, fue el primer cosplay que fabriqué, y la verdad es que fue todo un éxito.

Aquí me véis con mi amigo Jose Carlos, quien encarnaba a Altaïr, mientras yo, Ezio, me unía a él para dejar deslumbrados juntos las calles de Águilas.


No podía faltar mi... ¿mejor amiga?, no, eso se quedaría corto, prefiero decir mi amarilla como diría Albert Espinosa. Sin duda otro de los carnavales que jamás olvidaré, y los que espero se repitan muchos años más :)





Mari Choche y Vicen Choche, ¡ni siquiera recuerdo el motivo por el que nos llamamos así!, pero ni falta que hace, pues sé siempre volveré a verla en cada carnaval :D


¿Cómo olvidar a mis amigos de tantas tonterías, de íberos, de Murcia, de Sábados y Paulaners?. Atentos aguileños a lo que tengo que decir; sin Emilio ni Daniel, ¡el carnaval no sería lo mismo, pardiez! .


¿Sabéis una cosa?, no sé ni por qué pongo esta foto, pero el presente no debe influenciarse del pasado, y aquellos días, siempre los llevaré conmigo.


Carnaval de 2013. Después del rotundo éxito del traje de Assassin, no me quedaba otra que repetir con un nuevo personaje, esta vez, Connor Kenway. Si con Ezio no podía moverme por las calles de tantas fotos que me pidieron, con Connor llegué a sentirme agobiado. No podía ir a ninguna parte con amigos, puesto que me paraban cada dos pasos y siempre me perdía. 
Si Ezio llevaba trabajo, Connor fue el doble de difícil, pero una vez más, fue otro de los carnavales más perfectos de toda mi vida.


Y por último, aquí estoy junto a Sergio, quien heredó el atuendo assassin para unirse a mí aquella noche.

Si duda alguna, cada carnaval es único e irrepetible, y estoy seguro de que el de este año, puede llegar incluso a superar el mejor de los que haya podido vivir.
Lo que más me ha gustado siempre de estas fechas, es que uno puede ser quien quiera. Abandonar su propio ser durante unas noches y convertirse en ese personaje de ficción que siempre había querido ser. Una magia que solo dura una semana y durante la cual, de cada uno depende saber utilizar su propio conjuro.

Y sí, si alguien se lo estaba preguntando, sí, ¡¡ADORO ASSASSIN'S CREED!!. y este año, completaré la que será mi trilogía de atuendos assassins encarnando al abuelo de Connor Kenway:



 No puedo dar adelantos del traje, pues a pesar de que faltan 4 días para que dé comienzo el carnaval, aún faltan detalles por pulir, así que si quieres ver a un assassin pirata merodeando por las calles de Águilas, no tienes más que buscarme bajo la bandera negra, ¡yo'hou!.

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