martes, 1 de julio de 2008

En buena compañía...

Recuerdo que...
En verano de 2013, e incluso mucho antes, llegué a saber que la rutina no siempre es mala. Cada noche, cuatro amigos, Sergio, Fran, Jose y yo, quedábamos sobre las 12 de la noche para ver una película que decidíamos durante el día. Se podría decir que en el 99% de los casos, el género de terror inundaba mi salón, aunque creo que, en aquellas noches, las películas eran lo de menos.

Lo que realmente me gustaba, era saber cada día que nos reuniríamos una vez más, que esos momentos de amistad era todo lo que necesitaba, y que a falta de buenos amigos, escasos por el mundo, yo había encontrado nada menos que a 3.
Soy un fiel defensor de que los pequeños detalles de la vida son los verdaderamente importantes, y yo, cada día me sentía más afortunado.
Aún no entiendo por qué, durante una noche, a mitad de película, un soplo frío de presagio, un escalofrío, inundó mi mente con pensamientos negativos. Me susurró que algo malo iba a pasar, que disfrutase el momento, que esto... no duraría para siempre. Fue como una premonición de que, como dicen, todo lo bueno acaba tarde o temprano.

Quién me iba a decir a mí, que el televisor quedaría en negro, y el sofá vacío.

Quién me iba a decir... que todo terminaría mucho antes de lo esperado...

1 comentario:

  1. ¿Qué película vamos a ver hoy? ^^ Pero que sea de miedo eh!!

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