El viejo árbol...

Recuerdo que...
Durante el colegio, el templo de reuniones de los que podrían considerarse los mejores amigos, se situaba a la sombra de un viejo árbol de la esquina del patio de recreo. Todos los días, al sonar la campana, acudíamos al resguardo de aquel inmóvil testigo de nuestra infancia. Bajo sus grandes ramas, Carlos, Fran y Vicente se esperaban los unos a los otros, sin excepción, aunque lloviese.
Era nuestro lugar de siempre, un hogar, y todos lo sabían, pues ni una sola vez nos quitaron el sitio. A veces estábamos los tres, otras éramos más, pero las reuniones duraron cerca de 16 años.

A día de hoy, sigo creyendo que ese viejo árbol, aquel inmóvil testigo de nuestro crecimiento, era el árbol más vivo de todos los del colegio. Tenía algo especial, y tanto él, como nosotros, nos correspondíamos haciéndonos compañía.

Aunque a veces cambiábamos de sitio, e incluso poníamos nombres a lo que conocíamos como ``clubs´´, situados en otros lugares del patio, lo cierto es que todos quedaban empequeñecidos por aquel gigante de viejo tronco. Siempre regresábamos al amparo de sus hojas, y nos sentíamos protegidos, seguros, como un primer hogar en el que vivimos desde que teníamos memoria.

Los años pasaron, y el viejo árbol, aunque siguió en el mismo sitio, nosotros no...

Crecimos, y obligados a marcharnos, a separarnos, no volvimos a hacerle compañía. Pero creo, que en una parte de nuestro corazón, y del suyo, siempre habrá un hueco para aquel gran padre natural que cuidó de sus tres hijos hasta que estos abandonaron el nido.

Por eso, cuando paso junto al muro que separa la calle del patio del recreo, lo miro y sonrío, pues sé que él también se acuerda de nosotros, y que sus hojas, las que nos vieron crecer, bailan con el viento intentando saludar a esos niños que tantas historias vivieron a su lado, diciéndoles que les echa de menos, y que jamás tendrá a nadie que le haga sentir como nosotros lo hicimos.

Los árboles son seres vivos, y estoy seguro, de que el nuestro, es incluso capaz de recordar.